INTRODUCCIÓN
- El Arte Romano se inicia en íntima conexión con el Arte Etrusco y con el de las colonias griegas de la Magna Grecia, de cuya cultura es directo heredero, incorporando, además, múltiples elementos de las más diversas culturas mediterráneas bajo dominio romano, con un sincretismo sumamente característico.
- Se desarrolla fundamentalmente a partir del siglo III a.C. y evoluciona con evidente homogeneidad hasta el siglo V d.C., a través de las etapas que van señalando su evolución política: República (hasta el año 27 a.C.), Alto Imperio (hasta el siglo III d.C.) y Bajo Imperio (siglos IV y V d.C.).
3. LA PINTURA ROMANA
- Las pinturas se hallaban en las paredes de las casas de los romanos más adinerados, generalmente se trata de “pintura al fresco”, aunque también está documentada la “pintura sobre tabla”.
- La pintura romana tuvo como precedentes los frescos de las cámaras funerarias etruscas y la pintura griega, alcanzando un gran desarrollo.
- Sin embargo, los restos conservados son mínimos y casi se reducen a los encontrados en las excavaciones de Pompeya y Herculano, donde los historiadores han establecido cuatro estilos:
3.1. Los Estilos Pompeyanos
- Primer estilo o de incrustación (siglos II a.C. y I a.C.): El más antiguo, imita revestimientos de mármoles.
- Segundo estilo, arquitectónico o de perspectiva (del siglo I a.C. al I d.C.): Los muros se adornan con representaciones arquitectónicas fingidas e intentos de perspectiva; también se introducen temas figurados, paisajes y bodegones.
- Tercer estilo, ornamental o de paredes reales (contemporáneo del anterior): Se caracteriza por poner los elementos arquitectónicos en primer plano, subrayando el muro y haciendo un efecto de ventana. Las arquitecturas que aparecen son fantásticas, introduciéndose guirnaldas y amorcillos en escenas generalmente amarillas sobre fondos oscuros.
- Cuarto estilo o de iluminismo arquitectónico (siglo I d.C.): En él se retoma la perspectiva del segundo período pero se usan más colores y más elementos decorativos, introduciéndose formas arquitectónicas muy diversas, recuadros con escenas mitológicas y paisajes imaginarios.
3.2. Pintura Sobre Tabla
- La pintura sobre tabla debió ser habitual, como ocurría en Grecia, pero al tratarse de materiales perecederos no se ha conservado, salvo casos excepcionales, como los Retratos de El Fayum, de una necrópolis egipcia del siglo II.
- Estos retratos representan, muy a menudo, a personas jóvenes, en muchos casos se ha comprobado que más jóvenes que los difuntos, por lo que debían ser retratos que el fallecido se había hecho en vida.
3.3. EL MOSAICO
- El mosaico era la decoración lograda por medio de pequeñas piezas de piedra, terracota o vidrio (las teselas), con las que se formaban decoraciones de motivos geométricos o figurados. Se utilizaban para la decoración de los suelos, aunque en algunos casos, en viviendas de extrema riqueza, aparece en las paredes.
- Los motivos decorativos son muy variados. Suelen tener una greca en el borde que enmarca el motivo principal que suele estar en el centro, éste es el emblema. Encontramos varios tipos, dependiendo del tamaño de las teselas:
A) Opus Sectile
- El más rudimentario, imita labores de mármoles o piedra mediante grandes piezas, fragmentos de distinto tamaño de mármol que se acoplan formando un dibujo de tema figurativo o composiciones geométricas (círculos, cuadrados, formando diferentes composiciones).
B) Opus Tesellatum
- Cuando el tamaño de las teselas es superior a 1 cm. Mediante estas pequeñas tesellas, se forman escenas, desarrollando verdaderas composiciones pictóricas.
C) Opus Vermiculatum
- Cuando el tamaño de las teselas es inferior a 1 cm. El mosaico se concibe en este caso como una simple imitación de la pintura, buscándose un acercamiento a los efectos que consigue el pintor con su pincel. Para ello se utilizan cubos sumamente reducidos (de unos pocos milímetros de arista) y se buscan las máximas gradaciones de color.
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